Dos caminos se bifurcaban en un
bosque amarillo,
Y apenado por no poder tomar los dos
Siendo un viajero solo, largo tiempo estuve de pie
Mirando uno de ellos tan lejos como pude,
Hasta donde se perdía en la espesura;
Y apenado por no poder tomar los dos
Siendo un viajero solo, largo tiempo estuve de pie
Mirando uno de ellos tan lejos como pude,
Hasta donde se perdía en la espesura;
Entonces tomé el otro,
imparcialmente,
Y habiendo tenido quizás la elección acertada,
Pues era tupido y requería uso;
Aunque en cuanto a lo que vi allí
Hubiera elegido cualquiera de los dos.
Y habiendo tenido quizás la elección acertada,
Pues era tupido y requería uso;
Aunque en cuanto a lo que vi allí
Hubiera elegido cualquiera de los dos.
Y ambos esa mañana yacían
igualmente,
¡Oh, había guardado aquel primero para otro día!
Aun sabiendo el modo en que las cosas siguen adelante,
Dudé si debía haber regresado sobre mis pasos.
¡Oh, había guardado aquel primero para otro día!
Aun sabiendo el modo en que las cosas siguen adelante,
Dudé si debía haber regresado sobre mis pasos.
Debo estar diciendo esto con un
suspiro
De aquí a la eternidad:
Dos caminos se bifurcaban en un bosque y yo,
Yo tomé el menos transitado,
Y eso hizo toda la diferencia.
De aquí a la eternidad:
Dos caminos se bifurcaban en un bosque y yo,
Yo tomé el menos transitado,
Y eso hizo toda la diferencia.
“El camino no elegido” es un poema de Robert Frost,
poeta estadounidense (1874-1963).
La vida es un viaje que debe ser recorrido. A lo largo de nuestro
caminar transitamos por senderos y disfrutamos del paisaje hasta que nos
encontramos que el camino se bifurca. La bifurcación nos plantea alternativas,
nos invita a elegir qué camino seguir y a tomar una decisión. Preferir uno
implica descartar el otro, aunque si no sabemos a dónde vamos, da igual, pues
cualquier camino es válido.
Podríamos optar por escoger el camino más transitado, te preguntarás ¿Cuál
sería?, pues aquel que las personas eligen por confort, por costumbre, por
comodidad o simplemente porque la ruta
está marcada y nada más han de seguir la señalización para llegar hasta el
final del recorrido. Sería un camino fácil y conduce hacia donde otros han ido
ya. Siguen la trayectoria que muchos recorren por miedo a fracasar y que les lleva hacia un mismo destino.
Déjame que te cuente, que existe otro camino más emocionante, menos
transitado, de acceso restringido y que nada más se atreven a cruzarlo aquellos
intrépidos viajeros que saben hacían donde van y que además quieren
trazar su propia ruta. Son diferentes, dan un paso adelante, son fieles a sí
mismos, a sus principios y a sus valores. Son responsables de sus elecciones y
se enfrentan a los obstáculos, a los imprevistos, a la incertidumbre para seguir
avanzando. Van abriéndose camino, creando y construyendo su vida de manera
consciente hasta llegar al final.
Dos caminos se bifurcaban en un bosque y yo,Yo tomé el menos transitado,Y eso hizo toda la diferencia.
El futuro de cada uno de nosotros dependerá de esa elección. Es necesario
que pongamos en práctica el poder de elegir. Por ello querido lector, sé consciente
de lo que eliges y elige conscientemente.
Si has de decidirte entre el camino más transitado o el menos. ¿Cuál escogerías?
¿Desde donde haces la elección? desde el miedo a fracasar o desde la ilusión
a crear tu propia vida.
¿Ya te has decidido?
Cree y confía en ti. Escoge tu camino
y ve con todo tu corazón.
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